El cerebro reescribe nuestros recuerdos constantemente

Imagen: Dmitry Rukhlenko. Fuente: PhotoXpress.

 

El objetivo de la memoria es ayudarnos a tomar decisiones, y por eso se ajusta a nuestra forma de pensar actual

El cerebro reescribe los recuerdos para que se ajusten mejor a nuestra forma de pensar actual, porque el objetivo de la memoria es ayudarnos a tomar decisiones. Así lo han comprobado científicos estadounidenses, que añaden que la zona del cerebro que se ocupa de esta edición constante es el hipocampo. Según ellos, esto plantea dudas sobre si el testimonio de los testigos en un juicio es fiable.

 

El amor a primera vista no existe, o al menos, no de la manera en que lo recordamos. Según un reciente estudio estadounidense, esta y otras ideas similares son solo consecuencia del complejo funcionamiento de la memoria. Como en un puzle, la mente combina las experiencias pasadas y las vivencias recientes para actualizar los recuerdos. 

El trabajo, publicado esta semana en Journal of Neuroscience, y resumido por Sinc, demuestra que el cerebro edita constantemente la información que almacena. 

Así, una persona puede acordarse de un mismo suceso de forma diferente en cada etapa de su vida. Por ejemplo, si en el presente está enamorada, probablemente considerará un flechazo lo que experimentó al conocer a su pareja. 

“Puede que pienses que en aquel momento sentiste amor y euforia –señala Donna Jo Bridge, principal autora del estudio e investigadora en la Universidad Northwestern (Illinois, EE. UU.)­–, pero seguramente estarás trasladando tus sentimientos actuales a una situación pasada”. 

Bridge afirma que los recuerdos se adaptan a nuestro entorno, que cambian constantemente, para ayudarnos a sobrevivir y afrontar los problemas. “La memoria no es como una cámara de vídeo –explica–, sino que edita cada escena para crear una historia que encaje en tu presente”. 

Los resultados de la investigación han revelado que el hipocampo es la parte del cerebro encargada de esta labor de edición. Como un programa informático que modifica los fotogramas de una película, utiliza la información reciente para cambiar las imágenes del pasado.

 
En el ensayo participaron 17 personas –hombres y mujeres–. Primero, observaron la ubicación de 168 figuras en la pantalla de un ordenador con diferentes fondos que incluían desde una imagen del océano hasta una fotografía aérea de una granja. 

Después, los participantes debían colocar los objetos en los mismos sitios, pero esta vez sobre un escenario diferente. Ninguno acertó. 

En una segunda parte, las figuras podían aparecer en tres lugares diferentes en la pantalla que mostraba el fondo original. Esta vez, los voluntarios debían indicar si el sitio correspondía a su ubicación inicial, a la elegida por ellos en la primera prueba o a una totalmente distinta. 

“Todos dijeron que se trataba del lugar elegido por ellos mismos, en la segunda parte –señala Bridge–. Esto muestra que el recuerdo de su localización inicial había cambiado para ser sustituido por el sitio que recordaban sobre el segundo fondo. Su memoria había actualizado la información insertando nuevos datos”. 

Durante todo el proceso los participantes estuvieron dentro de una máquina de resonancia magnética que registraba su actividad cerebral. También se observó el movimiento de sus ojos, un indicativo del contenido de sus recuerdos y de las dudas que experimentaban a la hora de elegir una opción. 

Joel Voss, otro de los autores, asegura que es imposible tener una memoria perfecta. “Nos gusta pensar en ella como algo que nos permite revivir experiencias de la infancia o aquello que hicimos la semana pasada –expone Voss–. Sin embargo, está diseñada para ayudarnos a tomar decisiones en un momento concreto y por tanto tiene que estar al día”. 

El trabajo plantea dudas sobre la fiabilidad de las declaraciones de testigos en los juicios. “La memoria está diseñada para cambiar, no reproducir los hechos, por lo que no somos testigos fidedignos”, puntualiza Bridge. “Aunque nuestro experimento se haya realizado en un laboratorio es razonable pensar que sucede lo mismo en el mundo real”, concluye la investigadora.

 

 fuente: http://www.tendencias21.net/El-cerebro-reescribe-nuestros-recuerdos-constantemente_a30491.html

Las neuronas espejo guardan los secretos de la evolución humana

 

 

 

 

 

LAS NEURONAS ESPEJO BORRAN LA FRONTERA ENTRE LOS INDIVIDUOS, ERIGIENDO UNA ESPECIE DE MENTE GRUPAL GLOBAL, ADEMÁS DE PRESENTAR UNA BASE CIENTÍFICA PARA LA TELEPATÍA; PODRÍAN HABER SIDO FUNDAMENTALES EN LA FORMACIÓN DE LA CONCIENCIA —Y EN SU SIGUIENTE SALTO EVOLUTIVO.

«Existe un juramento mágico muy conocido que dice ‘Prometo lidiar con todo fenómeno como si fuera un trato particular entre Dios y mi alma’, basado en la creencia metafísica de que el Universo es ‘un espejo mágico’ que constantemente refleja las condiciones internas de nuestras almas».

-Aeolus Kephas

Las neuronas espejo son células del cerebro que se activan cuando hacemos algo y también cuando observamos a otra persona —o animal— hacer la misma acción. Según va la historia, un grupo de neurocientíficos italianos descubrieron estas neuronas con un macaco conectado a unos electrodos; midiendo neuronas individuales, los científicos notaron que las mismas neuronas se encendían cuando el mono tomaba un cacahuate como cuando uno de los asistentes tomaba un cacahuate. De ahí que se les llame neuronas espejo, ya que reflejan lo que sucede en el exterior, en otros individuos, como si les sucediera a ellas, al interior. Las implicaciones de este simple mecanismo son inmensas. Las neuronas espejo muestran que no existe una barrera definida entre los individuos, estamos mentalmente interpenetrados (todos vivimos atravesados de espejos); y a su vez representan un modelo de comunicación telepática y empática transpersonal que nos liga dentro de una estructura de vasos comunicantes con todos los seres con los que hemos interactuado en una red mimética y memética inextricable. Es decir, somos reproductores (como máquinas Xerox holográficas humanas) de lo que hacen y piensan todas las personas con las que hemos tenido contacto —donde cada transmisión del espejo se convierte en el eco de una catedral de infinitas campanas— y así se va construyendo el proceso de nuestro cerebro con el que aprehendemos la realidad y la transformamos —en un loop de retroalimentación.

 

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10 misterios del universo para los que todavía no hay respuestas

El universo plantea muchos interrogantes que no parecen tener respuesta. Los científicos del mundo continúan investigando con el fin de hallar pistas que ayuden a resolver preguntas fundamentales que ayudarían a cambiar de paradigmas. Sin embargo, parece que trascurrirá mucho tiempo antes de tener un esbozo de lo que encierra el cosmos y nuestra relación con él. El punto de vista científico ha demostrado ser aún muy limitado ante las grandes cuestiones que plantea el universo.

Los sonidos extraterrestres

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Las frecuencias cerebrales y los estados de conciencia que las caracterizan

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El autoconocimiento podría ser la más lúcida herramienta existencial a nuestra disposición. El famoso adagio de Sócrates, “Conócete a ti mismo”, bien podría sintetizar la respuesta a cualquier pregunta posible que surja a lo largo de nuestras vidas. Es por eso que entre más familiarizado estás contigo mismo y con lo que sucede en tu interior dentro de los incontables planos que te conforman, probablemente estarás más cerca de alcanzar tu fin ‘máximo’ –generalmente asociado a la felicidad, la plenitud, o la paz interior. Y en este sentido, si aún no lo has hecho, tal vez sea buen momento de encontrarte con las frecuencias que oscilan en tu cerebro. 

Las frecuencias cerebrales se refieren a los patrones de oscilaciones neurales que se registran dentro del sistema nervioso central. Las variaciones dentro de estos patrones, que se miden enHertz de acuerdo a los ciclos que completan por segundo, evidencian distintos niveles de intensidad, que corresponden a diferentes estados de conciencia y por lo tanto pueden indicar el grado de alerta, atención, estrés, etc de una persona. Estas frecuencias básicamente se dividen en cuatro grupos. A continuación una breve descripción de cada una.

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El papel de la cooperación y el altruismo en la evolución humana

Durante siglos, la idea de una naturaleza agresiva en la que no hay espacio para los más débiles ha dominado los modelos mentales de la sociedad. Aseveraciones como «la ley del más fuerte» son sólo una pequeña parte de la complejidad de las dinámicas sociales. 

A través de sus observaciones, Charles Darwin intuyó que el altruismo había jugado un papel fundamental en la evolución de las especies, pero no supo encajarlo en el marco de la selección natural. Era consciente de que representaban una amenaza para su teoría porque en un primer análisis existe una contradicción, puesto que todas las formas de cooperación conllevan un grave riesgo de ser explotado por compañeros egoístas. Para un individuo, colaborar no es siempre la estrategia más útil en un entorno de compañeros insolidarios, pues su supervivencia se verá seriamente afectada. 

Comentario: Esto es particularmente importante si uno no posee el conocimiento necesario acerca de la psicopatía y otras personalidades dañinas, a quienes no les importa aprovecharse de los demás, y para quienes la empatía y la solidaridad son conceptos ajenos y abstractos. Podría decirse que es incluso más difícil que en el reino animal, ya que su aspecto físico no difiere del de la gente con conciencia moral (contrariamente al gato y al ratón, por ejemplo). 

La existencia de cooperación ha sido documentada en todos los niveles de vida, desde las moléculas hasta los grupos de personas. Entre los primates en libertad, existen múltiples ejemplos de cooperación y altruismo como son la caza cooperativa entre chimpancés o la inhibición de la reproducción en favor de un solo individuo del grupo entre algunas especies de titíes. El altruismo también es muy frecuente en la naturaleza, especialmente en el cuidado parental, aunque lo podemos observar en una gran variedad de contextos. Cuando un primate emite una señal de alarma para indicar la existencia de un peligro al grupo, está poniendo en peligro su propia vida, pues puede ser fácilmente detectable por los depredadores. Casos aún más asombrosos ocurren entre los bonobos, a quienes se ha visto prestar ayuda a minusválidos y heridos. 

No es fácil demostrar qué beneficios tiene para un organismo ayudar a otros a expensas de sí mismo. Dos marcos teóricos fundamentales intentaron explicarlo. El primero fue William Hamilton, quien formuló la «selección por parentesco». Según esta teoría, ayudamos a aquéllos con quienes compartimos genes. Pero no explica el porqué ayudamos a personas que ni siquiera conocemos, como ocurre con los vampiros, unas especies de murciélagos que sólo viven en el continente americano. Éstos no aguantan más de sesenta horas sin alimentarse de la sangre de otros mamíferos. Cuando uno de ellos no ha tenido éxito una noche, recibe la sangre regurgitada de los compañeros sin importar si es pariente o no. 

Casi dos décadas después, Robert Trivers presenta una teoría denominada «altruismo recíproco» , que demuestra que estos comportamientos pudieron evolucionar también con individuos no emparentados si existen posibilidades de que el organismo altruista en el futuro reciba los beneficios de otros altruistas. 

Muchos hallazgos refuerzan esta hipótesis e inducen a pensar que la cooperación fue una de las claves del éxito de la especie humana. En experimentos en los que se confronta a niños a situaciones en las que personas necesitan ayuda, éstos asisten de manera espontánea sin recibir ningún tipo de orden, demostrando que ciertos comportamientos de auxilio y ayuda en el ser humano son innatos. Las investigaciones con chimpancés arrojan resultados positivos aunque en diferente grado. Esta especie muestra comportamientos altruistas, pero en menor número de contextos que los seres humanos. 

Una conducta típica involucrada en la cooperación humana es señalar con el dedo o la mirada a un objetivo concreto. Esta habilidad tiene gran importancia, especialmente si se carece de un lenguaje hablado. Los chimpancés no señalan con el dedo a otros compañeros en libertad para indicarles la existencia de algo interesante. En varios experimentos, son incapaces de captar la información que intencionadamente se les transmite cuando un investigador humano señala con el dedo algún tipo de alimento. Un fenómeno interesante es que este tipo de pruebas las realizan con mayor éxito los perros que los grandes simios. La explicación quizás esté en que los cánidos son una familia con una tendencia a la cooperación tanto o más fuerte que la nuestra.

10 beneficios, científicamente demostrados, de tener un perro

De todos es sabido que tener un perro te aporta múltiples beneficios pero en este artículo nos vamos a centrar en los 10 beneficios que han sido documentados correctamente. 

© Chillán Viejo

1) Las personas que tienen un perro se enferman menos. 

La humanidad se encuentra en medio de una guerra contra los gérmenes. En realidad, la cantidad de desinfectante que usamos nos está haciendo más débiles frente a los gérmenes: nuestro cuerpo está expuesto a menos gérmenes y no construye las suficientes inmunidades a ellos. 

Afortunadamente, los perros están cubiertos de gérmenes. Tener un perro en la casa significa más bacterias en el hogar y por tanto sus ocupantes están más expuestos a ellas (estudio sobre «la biodiversidad relacionada con el perro», especialmente alta en las fundas de la almohada). Debido a esto, las personas con perros parecen enfermar con menos frecuencia y menos severamente que las personas que no tienen perro. 

2) Las personas que tienen un perro son más resistentes a las alergias. 

Mientras que los perros pueden ser uno de los peores factores desencadenantes para las personas con alergias, crecer en una casa con un perro hace que los niños sean menos propensos a desarrollar alergias en el transcurso de sus vidasFuente 

3) Las personas que tienen un perro son más felices. 

Los dueños de perros son menos propensos a sufrir de depresión que los no propietarios de mascotas. Incluso para aquellas personas que desarrollan una depresión clínica, tener una mascota puede ayudarles a salir de un episodio depresivo mayor de manera más eficaz incluso que la medicación. Asumir el cuidado de un perro requiere una rutina y te obliga a permanecer un poco activo. 

La interacción y el amor recibido de un perro también puede ayudar a las personas a mantenerse positivas. Incluso el simple acto de mirar a su mascota aumenta la cantidad de oxitocina, la sustancia química que hace que tu cerebro se sienta bien. 

4) Las personas que tienen un perro tienen un corazón más saludable. 

El solo hecho de acariciar a un perro reduce la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Un estudio chino encontró que las personas que tienen un perro consiguen dormir mejor por la noche y se enferman con menos frecuencia. Otros estudios muestran que los dueños de mascotas tienen ligeramente más bajo el colesterol y tienen más probabilidades de sobrevivir a un ataque al corazón. 

5) Las personas que tienen un perro hacen más ejercicio. 

Tener un perro implica sacarlo a pasear. Esto significa que la mayoría de los dueños de perros cumplen con la cantidad recomendada de un mínimo de 30 minutos de ejercicio al día. 

6) Las personas que tienen un perro tienen una vida social más activa. 

Las encuestas muestran que la gente que tiene perros confía más en aquellas personas que también tienen perros y por tanto son más propensos a interactuar con ellas. Incluso si vives sola/o, tener un perro tiene el mismo beneficio emocional que el de una amistad humana

7) Los perros pueden detectar el cáncer. 

Tu perro podría salvar tu vida un día. Parece que nuestros amigos caninos tienen la capacidad para oler el cáncer en el cuerpo humano. Abundan las historias de los propietarios de perros que huelen o lamen un lunar o un bulto en sus cuerpos y que más tarde resultó ser un cáncer. La evidencia anecdótica fue posteriormente respaldada por estudios científicos. Los perros son tan buenos en esto que algunos de ellos están entrenados para detectar el cáncer en tan solo tres horas. 

8) El perro es un reflejo de la personalidad del dueño. 

El tipo de perro que tiene la gente dice mucho sobre su personalidad. Un estudio en Inglaterra encontró una correlación muy clara entre las personalidades de la gente y sus tipos de perros, por ejemplo, personas que poseían perros pequeños tendían a ser más inteligentes. Otros estudios han encontrado que los dueños de perros en general son más extrovertidos y amistosos que los dueños de gatos. 

9) Los perros disminuyen el estrés en el trabajo. 

Los beneficios de llevar un perro al trabajo son cada vez más evidentes y ya hay empresas que están permitiendo tener perros en el trabajo. Los estudios demuestran que las personas que interactúan con una mascota mientras trabajan tienen menores niveles de estrés durante el día. 

10) Para acabar, tener un perro es beneficioso porque te regala momentos como este: 

«Hay que meditar sin cesar» Conversaciones con Annamalai Swami

Conversaciones con Annamalai Swami

Annamalai Swami

Annamalai Suami: La mente no es más que una sombra. Todos los intentos de atraparla son en vano. No son más que sombras persiguiendo sombras. Una sombra no se puede controlar ni destruir persiguiéndola o agarrándola con la sombra de una mano. Son juegos de niños.

Una vez, Ram Tirtha contó la historia de un niño que iba corriendo por la calle intentando alcanzar la sombra de su cabeza, pero no lo conseguía porque, por muy deprisa que corriera, la sombra que proyectaba su cabeza siempre estaba delante.

Su madre, que se desternillaba de risa al verlo, le gritó: «¡Ponte la mano en la cabeza!». Al hacer lo que le dijo su madre, la sombra de su mano atrapó la de su cabeza y, por fin, el chico se quedó satisfecho.

Puede que este tipo de consejo les sirva a los niños para sentirse felices, pero no va a aportar resultados satisfactorios por lo que respecta a la sadhana y a la meditación. No pierdas el tiempo persiguiendo esas sombras que son los pensamientos ni esa sombra que es la mente con técnicas de control mental, porque esas técnicas también son sombras. Regresa al origen de esa que es la mente y quédate ahí. Cuando permanezcas ahí, te sentirás feliz y ya no sentirás ningún deseo de perseguir esas sombras de pensamientos.

Bhagaván contaba con frecuencia la historia del hombre que intentaba enterrar su propia sombra para librarse de ella. Después de cavar la fosa, se puso de pie cerca del borde de tal forma que la sombra cayera justo en el fondo del hoyo que acababa de excavar y, manteniendo esa alineación, empezó a echar tierra sobre su sombra para intentar enterrarla. Pero, lógicamente, por mucha tierra que echara en la fosa, la sombra siempre quedaba por encima.

La mente es una sombra insustancial que te perseguirá vayas donde vayas y es inútil intentar eliminarla o controlarla mientras exista la más mínima creencia de que la mente es algo real y que se puede controlar con alguna actividad física o mental.

Pero esta sombra que es la mente habrá que eliminarla de alguna manera.

Cuando uno se vuelve consciente del Ser, la mente deja de existir, lo cual no quiere decir que uno quede sumido en la conciencia del Ser si elimina la mente, sino que es algo que sucede cuando comprende y se da cuenta de que la mente no ha existido nunca. Se trata de reconocer lo que es auténtico y real, y de despojarse de esas ideas erróneas sobre la realidad y la importancia de esa efímera sombra que llamamos «mente».

Por esa razón, Bhagaván y muchos otros maestros ponen siempre como ejemplo la analogía de la cuerda y la serpiente: en el suelo hay una cuerda pero, si tú la confundes con una serpiente, esa serpiente sólo existe en tu mente, en forma de idea, y esa idea puede hacer que te preocupes mucho y te entre miedo. También puede que desperdicies mucha energía mental planteándote qué puedes hacer para evitar esa serpiente o para matarla. Pero una cosa es cierta: la única serpiente es la que está en tu imaginación. Por eso, cuando por fin ves la cuerda, se desvanece de inmediato el sustrato sobre el que se superpone tu idea errónea de que hay una serpiente. Lo que ha desaparecido no es una serpiente auténtica. Lo único que ha desaparecido es una idea errónea.

El sustrato sobre el que se superpone la idea errónea de la mente es el Ser. Mientras se vea la mente, no se puede ver el Ser, el sustrato, porque lo oculta una idea errónea pero persistente. Y al revés: cuando se ve el Ser, no hay mente.

Pero ¿cómo puede uno deshacerse de ese falso concepto de que la mente es algo real?

De la misma forma que uno se quita cualquier idea equivocada de la cabeza: dejando de creértela. Si eso no se produce de forma espontánea cuando recibes esa verdad de un maestro, no dejes de repetirte: «No soy la mente. No soy la mente. La mente no existe. La mente no existe. Sólo existe la Conciencia». Si estás firmemente convencido de que ésa es la Verdad, un día esa firme convicción madurará hasta el punto de que la experimentarás de forma directa.

La Conciencia es lo único que existe. Si vas convenciéndote firmemente de que ésa es la Verdad, esa firme convicción acabará siendo tu experiencia directa. Tenlo siempre presente y ni te permitas considerar que cualquier otra cosa puede ser real. Si fracasas y le concedes a la mente aunque sólo sea un mínimo de realidad, se convertirá en tu propia falsa realidad. Una vez que se establece esta falsa identificación inicial de «soy la mente; la mente es real», lo que sigue después no son más que problemas y sufrimiento.

No le tengas miedo a la mente. Es un tigre de mentira, no es de verdad, y algo que no es real no puede hacerte ningún daño. Si te crees que ronda un tigre de verdad por los alrededores, entonces puede que te entre miedo y ansiedad. Puede que alguien esté imitando los ruidos que hace el tigre para gastarte una broma y meterte miedo pero, cuando te dice quién es, se te pasa todo el miedo porque, de repente, te das cuenta de que ese tigre no existía más que en tu imaginación.

Se puede tener una experiencia temporal del Ser, de la realidad subyacente, pero dicha experiencia acaba esfumándose. ¿Puedes darnos algún consejo para conseguir estabilizar ese estado?

Es posible que la vela se apague si hace demasiado viento. Si quieres que dé luz otra vez, tendrás que volverla a encender. Pero el Ser no es así. No es una llama que pueda apagar el viento de los pensamientos y de los deseos, sino que siempre está brillando, resplandeciendo; siempre reluce. Si no eres consciente del Ser quiere decir que lo has ocultado con una cortina o con un velo que te impide verlo, pero el Ser no se esconde detrás de ninguna cortina. Eres tú quien corre esa cortina al creerte toda una serie de ideas que no son ciertas. Si una cortina se abre, pero se vuelve a cerrar después, quiere decir que aún te crees toda una serie de conceptos equivocados pero, cuando los erradiques por completo, no volverán a aparecer. Mientras sigan ocultando al Ser, seguirás necesitando hacer sadhana sin parar.

Por tanto, volviendo a tu pregunta, al Ser no le hace falta estabilizarse porque, de por sí, ya está pleno, completo. La mente sí que se puede estabilizar o desestabilizar; pero el Ser no.

Cuando dices «hacer sadhana sin parar», ¿te refieres a hacer auto-indagación?

Sí. Con la fuerza de la práctica, al hacer esta sadhana desaparece ese velo y ya no queda impedimento alguno. Puede que alcances la cima de Arunáchala, pero si no estás atento, si no prestas atención, puedes resbalar y acabar en Easania Math [institución hindú al pie de la colina].

Para tomar conciencia del Ser, hay que esforzarse al máximo porque es muy fácil hacer un alto a medio camino y volver a caer en la ignorancia. Puedes volver a caer en cualquier momento. Cuando se llega a la cima por primera vez, para quedarse ahí hay que hacer un tremendo esfuerzo, con toda la fuerza de voluntad; pero, con el tiempo, llegará un momento en que ya estarás plenamente establecido en el Ser y, desde ahí, ya no se puede caer. Habrás llegado a tu destino y no hará falta que te esfuerces más. No obstante, hasta que llegue ese momento, es necesario hacer sadhana sin cesar.

¿Es importante tener un gurú durante esa etapa, durante ese período en el que se requiere un esfuerzo constante?

Sí. El gurú te va guiando y te va diciendo que aún no basta con lo que has hecho. Si quieres llenar un cubo de agua, mientras no esté lleno del todo podrás echarle más; pero si ya está completamente lleno, lleno a rebosar, no tiene sentido que le intentes añadir más agua. Puede que creas que ya has hecho bastante y que tu cubo ya está lleno; pero el gurú está más capacitado y ve que aún queda sitio, que aún hay que echar más agua. En estas cosas, no te fíes de tu propio criterio. Puede que te dé la sensación de que el estado que has alcanzado es la plenitud, que es el final; pero si el gurú te dice: «Tienes que hacer más sadhana«, hazle caso y sigue esforzándote.

Muchas veces, Bhagaván decía: «El gurú físico está fuera, diciéndote lo que tienes que hacer y empujándote hacia el Ser. Pero, al mismo tiempo, el gurú interno, el Ser interior, va tirando de ti hacia Sí mismo».

Cuando te estableces definitivamente en el gurú interno —el Ser—, desaparece esa distinción entregurú y discípulo y, en ese estado, ya no necesitas que te ayude ningún gurú porque tú eres Eso, eres el Ser.

Hasta que el río desemboca en el mar, se ve obligado a fluir sin cesar; pero, al llegar al mar, se convierte en mar y el agua deja de correr. El origen del agua del río está en el mar y, al fluir por su cauce, lo único que hace es regresar a sus orígenes.

Al meditar o hacer sadhana, estás fluyendo hacia tu origen, hacia el lugar de donde provienes y, cuando alcanzas ese manantial, te das cuenta de que todo lo que existe —el mundo, el gurú, la mente—, todo es lo mismo y no hay diferencias ni distinciones.

La ausencia de dualidad es gñana. La dualidad es samsara. Cuando consigues desprenderte de la dualidad, lo único que queda es Brahman y te das cuenta de que tú mismo eres ese Brahman. Pero para hacer ese descubrimiento es necesario meditar constantemente. No establezcas unos tiempos para meditar. No consideres que es algo que se hace cuando te sientas y cierras los ojos. Esta meditación tiene que ser algo ininterrumpido. Medita al comer, al caminar, hasta cuando estés hablando. Hay que meditar sin cesar.

 

fuente: http://www.advaitainfo.com/dialogos/meditar-sin-cesar.html

Krishnamurti: el generoso puente hacia la espiritualidad de Oriente /

 

Krishnamurti: el generoso puente hacia la espiritualidad de Oriente

Una de las historias más misteriosas (en varios sentidos) de la mitología griega es aquella en la que se cuenta, pero parcamente, el peregrinaje de Dionisio a India, al parecer seguido de sus ménades, una fiesta ambulante de la cual, sin embargo, el dios retornó contagiado del misticismo de Oriente ―aunque, de nuevo, poco se dice al respecto.

Esta leyenda ejemplifica cómo, desde tiempos remotos, ambos territorios del mundo han adolecido de cierta lejanía al parecer insalvable. En el caso de la filosofía griega y la influencia que recibió de las doctrinas del hinduismo, resalta la notable disparidad en la edad de cada una: cuando los griegos comenzaron a preguntarse sobre la naturaleza de la realidad, sobre si existía o no el movimiento, sobre los elementos que daban sustento al mundo, los brahmanes llevaban ya cientos de años recitando la sabiduría ancestral de los Vedas.

Sin embargo, como en el vagabundeo de Dionisio, esto no significa que ambos modelos de pensamiento, esos que no sin comodidad y aun simpleza calificamos como de Oriente y de Occidente, hayan tenido encuentros ocasionales y afortunadamente fructíferos. Uno de ellos, gracias a la labor de Jiddu Krishnamurti.

Nacido en 1895 en Madanapalle, una pequeña ciudad en el sureste de India, Krishnamurti estuvo desde su juventud relacionado con la espiritualidad de su época, sobre todo a causa del tutelaje que ejerció Charles Webster Leadbeater, un preeminente miembro de la Sociedad Teosófica que “descubrió” a Krishnamurti cuando este tenía 14 años, convencido de que el joven estaba destinado a convertirse en “recipiente” del concepto (y aun la misión) de “Maestro del Mundo”. Con este propósito, además de iniciarlo en la espiritualidad que profesaba y fijarle un régimen que incluía sesiones de yoga, meditación y aprendizaje de las reglas propias de la sociedad británica, Leadbeater también convirtió a Krishnamurti en un gran orador.

Con el tiempo, sin embargo, como inevitablemente sucede con la relación maestro-discípulo, Krishnamurti se alejó tanto de Leadbeater como de la teosofía y comenzó a formar y exponer su propio pensamiento, libre de las ideas y conceptos en los que había sido formado e incluso rechazando todo tipo de creencia organizada, así como la noción de gurú al que debe seguirse y obedecerse. Hacia finales de la década de 1920, Krishnamurti rompió con la Orden Teosófica e inició su propio camino.

A partir de entonces recorrió el mundo bajo la égida de “las enseñanzas”. No sus enseñanzas, sino las enseñanzas, puesto que en cierta forma se trataba de una suma de preceptos que son herencia común de todas las tradiciones: la importancia del conocimiento como la principal herramienta para ser y estar en el mundo, los efectos negativos del miedo y el placer, la meditación como el ejercicio de la atención presente, el amor a la verdad, el cuidado del cuerpo, la libertad auténtica como faro de nuestras acciones cotidianas y otras ideas elementales que, aunque imbuidas por momentos de la retórica budista e hindú, no por ello son menos universales.

Al viajar por Europa y por América Latina, al encontrarse con personajes como Aldous Huxley y David Bohm, Krishnamurti construyó paulatina y disciplinadamente un generoso puente por el cual el pensamiento occidental pudo comunicarse ―una vez más―, con la venerable sabiduría oriental.

Acaso para descubrir que, en esencia, ambas son solo dos expresiones distintas de una misma búsqueda existencial.

Evidencia sugiere que la ayahuasca puede ayudar a combatir el cáncer

 

 

 

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Imagen de Pablo Amaringo

INVESTIGACIÓN MÉDICA SUGIERE QUE LOS PRINCIPIOS ACTIVOS DE LA AYAHUASCA, EL DMT Y LA HARMINA PODRÍAN AYUDAR A COMBATIR EL CÁNCER

 

Preparada milenariamente por indígenas del Amazonas como una potente medicina, la ayahuasca parece estar ganando terreno también en Occidente. La popularidad de este brebaje entre “turistas psicodélicos” y personas que buscan una alternativa a la medicina convencional, podría legitimarse entre científicos, si el trabajo del investigador Eduardo E. Schenberg es acertado.

Según un artículo médico publicado enSage Open Medicine, se habría detectado evidencia de que los componentes químicos principales de la ayahuasca, el DMT y la harmina, pueden combatir el cáncer y tratar padecimientos como tumores. 

 ”Hay suficiente evidencia disponible de que los principios activos de la ayahuasca, especialmente el DMT y la harmina tienen efectos positivos en algunos cultivos celulares utilizados para estudiar el cáncer y en los procesos bioquímicos importantes en el tratamiento del cáncer, tanto in vitro como in vivo”, escribió Schenberg.

Estas pruebas de laboratorio se sumarían a numerosas experiencias, hasta la fecha calificadas como meramente anecdóticas, de personas que sostienen que la ayahuasca les ha ayudado a aliviar enfermedades cancerígenas.

El DMT genera una poderosa experiencia psicodélica al actuar sobre los receptores de serotonina en el cerebro (y la misma dimetiltriptamina es producida de manera natural en el cerebro humano, lo cual mistifica a algunos investigadores). El DMT también forma un enlace químico con el recpetor sigma 1, el cual está involucrado en funciones celulares, incluyendo en la muerte de células cancerígenas. La harmina, se ha descubierto, es capaz de inducir la muerte de células cancerígenas y evitar la proliferación de células de carcinoma. La combinación de estas dos moléculas psicoactivas podría tener importantes efectos antitumor, sostiene el investigador brasileño.

“En resumen, se plantea la hipótesis de que las acciones combinadas de las sutancias β-carbolinas y el DMT presentes en la ayahuasca pueden disminuir el suministro de sangre del tumor, activar las vías apoptóticas, disminuir la proliferación celular y cambiar el desequilibrio metabólico energético de las células cancerosas, lo que se conoce como el efecto Warburg “, escribió Schenberg. “Por lo tanto, la ayahuasca parece actuar sobre procesos distintivos del cáncer, tales como la angiogénesis, apoptosis, y el metabolismo celular”.

Schenberg cree que, de confirmarse su hipótesis, el hecho de que la ayahuasca y el DMT sean sustancias controladas e ilegales en la gran mayoría de los países constituiría una violación de los derechos humanos, ya que personas enfermas deberían de poder recurrir a estas sustancias como una alternativa médica.

En los últimos años hemos visto un enorme incremento en la popularidad de la ayahuasca con numerosas celebridades elogiando sus beneficios y desatando un boom de turismo en el Amazonas y entre chamanes itinerantes que realizan ceremonias en numerosas ciudades del mundo. Este entusiasmo sobre la ayahuasca quizás deja de lado el hecho de que si bien experiencias con estas sustancias psicodélicas de gran potencia pueden ser transformadoras, también pueden ser peligrosas si no son llevadas a cabo dentro de un contexto que proteja a los usuarios y bajo el cuidado de expertos. Todo lo cual hace aún más apremiante que se permita el uso de este tipo de plantas bajo supervisión médica. Esta misma cautela podría aplicarse al tratamiento del cáncer, la gran enfermedad de nuestros días, en un mundo donde todo (parece) generar cáncer y gran cantidad de sustancias, dietas y hasta ejercicios (parecen) combatirlo.

fuente: http://pijamasurf.com/2014/01/evidencia-sugiere-que-la-ayahuasca-puede-ayudar-a-combatir-el-cancer/

¿Qué es la empatía, cómo cultivarla y por qué es fundamental practicarla?

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En una época donde parece reafirmarse que somos seres esencialmente sociales y que sólo la colaboración nos permitirá superar algunos de los retos más importantes que tenemos delante, parece que el entendimiento del otro en su más profunda acepción, la empatía, es una de las habilidades más importantes a desarrollar. En pocas palabras, la empatía se refiere a esa capacidad de colocarte en el lugar del otro y experimentar la realidad desde esa ubicación.

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